miércoles, septiembre 21, 2016

Manipulaciones nuevas y antiguas: La historia del Reino de León y su apropiación indebida por la historia de Castilla

A propósito del mapa de la península manipulado por la Yunta y que algunos sedicentes leoneses se empeñan en colarnos como correcto: Vayamos por partes como dijo el Destripador.

Está claro que cada uno puede decir lo que quiera, otra cosa es que en vez de callar y dejarnos con la duda sobre sus conocimientos, abra la boca y demuestre su ignorancia.

Se puede opinar sobre lo que a uno le gusta o no pero la historia cuenta con documentación oficial y de la época que no es opinable: El Reino de León, como continuador del Reino de Oviedo, nace en diciembre de 910, cuando García I traslada la capital de Oviedo a Legio. Durante 320 años es un Estado independiente que cuenta con las leyes más avanzadas de toda la Europa de la época, impulsor de la guerra contra el Islam y el Reino más poderoso de la Hispania Medieval.

El condado de Castilla y el condado Portucalense, condados dependientes del Reino de León, se independizaron de éste por lo que decir que "el Reino de León se separó de Castilla en 1158" es como si yo digo que mis padres se emanciparon de mi el día que salí de su casa para irme a vivir por mi cuenta.

La primera vez que Castilla fue reino independiente corrían los últimos días del año 1066 (Fernando I de León falleció el 27 de diciembre de 1066) y lo fue durante seis años escasos, hasta que el traidor rey Sancho I de Castilla fue ejecutado, el 7 de octubre de 1072, por el Héroe Leonés, Vellido Dolfos, ante las murallas de Zamora. Por cierto, durante los últimos ocho meses de su vida, Sancho que, ante la negativa del Obispo de León a ungirle como rey en la Catedral legionense, se había autocoronado rey de León, firmó tres únicos diplomas en los que, sólamente, se identificó como rey de León, olvidando el advenedizo título de Castilla. (Un inciso, llamar a Sancho, primer rey castellano, II de Castilla es, además de una manipulación grosera, totalmente absurdo. Sancho fue I de Castilla y durante los últimos ocho meses de su vida, aunque usurpador, fue II de LEÓN).

Al recuperar su reino, arrebatado por Sancho y heredar de éste el recién creado reino de Castilla, Alfonso VI recupera la intitulación anterior, firmando su documentación como Rey de León y de Galicia hasta la conquista de Toledo, momento en que pasa a firmar como Rey de León y de Toledo. Tanto Alfonso VI como sus sucesores Urraca I y Alfonso VII usaron también el título de "Imperator Totius Hispaniae" y además Alfonso VII fue coronado Emperador el 26 de mayo de 1135, en la Catedral de Santa María de Regla de la "caput regis", es decir de la ciudad de León y, según cuentan las crónicas, le rindieron vasallaje los reyes, moros y cristianos de la península y varios señores del sur de Francia.

Con todos esos antecedentes, si Alfonso VII El Emperador levantase la cabeza y viese un mapa en el que durante su reinado hacen aparecer una "Corona de Castilla" que nunca existió, se iba a cabrear bastante en primer lugar porque corregirle la plana al Emperador y cambiarle la intitulación es, como mínimo, una falta de educación y de vergüenza, y en segundo lugar porque ocultar el Reino de León es atacar su propia legitimidad dado que la dignidad imperial acompañaba al título de Rey de León, no al advenedizo de Castilla.

Volviendo a Alfonso VIII de León (tras el VII SIEMPRE viene el VIII, pura y simple matemática) y su primo carnal Alfonso I de Castilla (el primer rey de un nombre de cualquier dinastía malamente puede ser VIII, sino que SIEMPRE será I) estuvieron enfrentados durante toda su vida porque el rey castellano (aunque de dinastía leonesa ya que era nieto de Alfonso VII de León, el Emperador) ambicionaba el territorio leonés por el mismo motivo que lo hiciera Sancho I, porque el título de Rey de León era mucho más antiguo y llevaba aparejada la dignidad imperial.

En cuanto al empeño en afirmar que Fernando El Santo, I de Castilla y III de León, heredó el trono leonés, nos encontramos con otra mentira “de libro”. La realidad es que, el llamado “Santo”, violentando el testamento de su padre, despojó del Reino a las herederas designadas, sus medias hermanas, las infantas Sancha y Dulce.

Y en cuanto a la repetición machacona de la “unión definitiva de 1230” que busca únicamente justificar la existencia de una división administrativa de nuevo cuño, la más insolidaria y absurda de todas las comunidades autónomas, no es más que la enésima manipulación de la historia. Hay muchas y muy variadas pruebas de que ni Fernando El Santo, ni sus sucesores, ni prominentes miembros de la familia Real, consideraron nunca que se hubiera producido una "unificación" de los reinos, no siendo la menor de ellas que ambos reinos continuaron teniendo Cortes e Instituciones separadas pero la más visible es el hecho de que nuestro símbolo, el león, sigue apareciendo en el escudo, primero de los reyes y luego del Reino, para llegar hasta nuestros días, cuando ocupa uno de los cuatro cuarteles del escudo de España. ¿Cuántos escudos aparecen de la Corona de Aragón? Uno ¿verdad? Pese a reunir cuatro territorios. Pues si el Reino de León hubiese estado alguna vez incluido en una Corona de Castilla, que nunca existió, nuestro león heráldica no aparecería representando a un territorio diferente y diferenciado.

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