Como podéis imaginar, siendo una xana, todo lo relacionado con el agua me interesa ¡y preocupa! y siendo leonesa, de una hermosa tierra "cosida" por pantanos, con cientos y cientos de personas, ¡mis paisanos! desplazados de sus valles, a quienes se arrancaron sus recuerdos de infancia, sus hogares familiares y la tierra de sus antepasados, obligándoles a emigrar a otras latitudes, todas esas tragedias desde 1945 hasta 1987 se compendian y resumen en un nombre: RIAÑO pero aunque termine hablando de Riaño, no puedo dejar de nombrar a los pueblos inundados u obligados a desaparecer al quedar sin comunicaciones por los diversos pantanos de la provincia de León, esperando que no se me olvide ninguno, dado su elevado número:
- Pantano de Villameca (1945): Arrasó Oliegos y todos sus habitantes, más de 150 personas, fueron obligados a salir no solo de sus casas y de su pueblo sino incluso de la provincia ya que fueron trasladados en un tren de treinta vagones a la finca de Foncastín, en el municipio de Rueda (Valladolid).
- Pantano de Barrios de Luna (1951): Arrasó catorce pueblos: Arévalo, Campo de Luna, La Canela, Casasola, Cosera de Luna, Lagüelles, Láncara. Miñera, Mirantes, Oblanca, San Pedro de Luna, Santa Eulalia de las Manzanas, Truva y Ventas de Mallo.
- Pantano de Bárcena (1960): Arrasó dos pueblos: Bárcena del Rio y Posada del Rio,
- Pantano del Porma (1969): Arrasó ocho pueblos: Armada, Campillo, Camposolillo, Ferreras, Lodares, Quintanilla, Utrero y Vegamián.
- Pantano de Riaño (1987): Arrasó ocho pueblos y uno de los valles más prósperos de la península: Anciles, Burón, Éscaro, Huelde, La Puerta, Pedrosa del Rey Riaño y Salio.
El agua es de todos, indudablemente, pero no debieran confundirse los términos, el derecho al agua es un derecho a acceder a agua de consumo, no a exigir un agua que no sobra para otros usos que no sean los domésticos. Los grandes embalses son, en su mayor parte, obras faraónicas cuya construcción, en muchos casos, más que mejorar las condiciones de vida de las personas, oculta los verdaderos intereses que las motivaron.
Baste como ejemplo de cuanto antecede, lo acaecido hace unos cinco años en la comarca de Benavente y los Valles (Zamora) a la que el Esla abastece de agua potable.
Cuando se construyó la presa de Riaño, la excusa dada era regar, aguas abajo, las tierras de secano de León y Zamora que hoy, 23 años después del cierre de la presa, siguen sin ser regadas en su mayoría.
Sin embargo, 10 años después del cierre de la presa de Riaño se inauguró un trasvase por el que seis litros por segundo durante seis meses al año pasan del Esla al Pisuerga a través del Carrión, lo que motiva que en años poco lluviosos, el Esla quede sin suficiente caudal ecológico lo que hace que su agua no sea apta para el consumo. Mientras, el agua procedente del trasvase no se utiliza para suministrar agua potable a los pueblos y ciudades por los que pasa el Pisuerga, ni siquiera para regar fincas agrícolas, sino que se utiliza para hacer navegable el Pisuerga mediante un sistema de esclusas y explotar el rio con un barco turístico.
¿No creeis que es auténticamente grave que se utilice el agua para su explotación turística en el río de destino mientras en las riberas del río de origen, en determinados momentos, los ciudadanos tienen que comprar agua envasada porque la que sale del grifo no es potable?
Bueno, al final el artículo me quedó "pelín" largo por lo que para que podáis conocer mi postura sobre el Pantano de Riaño, os dejo un enlace en que podéis leer mi intervención, hace algo más de dos años, en el Foro Mundial de las Luchas del Agua que se celebró en Zaragoza.
http://husartiburcio.blogspot.com/2009/05/foro-mundial-de-las-luchas-del-agua.html
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