martes, noviembre 27, 2007

Sobre universalismo, provincialismo y otros "ismos"

Esti ye'l títulu d'un artículu d'opinión qu'unviéi a los medios el pasáu domingu. Ata guei, solu los dixitales (www.leonoticias.com, www.el-rugido.com, www.leondigital.com.es y www.aviladigital.com) espublizorunlu.

Ye curiosu vere cumu'l Diario de León, qu'espubliza tolu qu'escriben escontra la nuesa llingua nun tien arrancadeiras pa espublizare un artículu que la sofita. ¿Ye tan difícil tenere respetu pur tolas opiniones?.


Asistimos en los últimos tiempos a largas polémicas sobre la conveniencia o no de estudiar leonés en las que, en ocasiones, los ánimos se caldean y se llegan a oír barbaridades que sobrecogen, muchas de las cuales solo demuestran un profundo desprecio por la cultura ajena, además de un desconocimiento, también profundo, de la realidad lingüística y cultural no solo de España sino de la Europa en que nos encontramos inmersos.

El argumento más utilizado es el de ¿leonés, para qué? mejor estudiar inglés. Y se añaden a dicho argumento prolijas explicaciones sobre lo “universalista” que es la concepción del mundo de quien eso argumenta y lo “provincialista” o incluso “pueblerino” o “primitivo” que es quien defiende el aprendizaje VOLUNTARIO del leonés.

También aparece el argumento reiterado de que solo merece la pena estudiar las lenguas más habladas puesto que las minoritarias representan una pérdida de tiempo.

Y por último existe un tercer argumento que agrupa a quienes opinan que hay que ocupar el tiempo en cosas más útiles y con más aplicación práctica al mundo actual.
Sinceramente, solo puedo decir que todas estas afirmaciones, además de dejarme atónita me producen dolor porque solo pueden partir desde posiciones muy poco democráticas en sus planteamientos ya que si el sistema democrático se caracteriza por algo es porque las mayorías deben respetar los derechos de las minorías, lo contrario sería una dictadura del más fuerte, aunque la fuerza le viniera de las urnas y legislar en contra de las minorías sería un procedimiento nulamente democrático.

El hecho de propugnar que solo se estudien “cosas más útiles y con más aplicación práctica al mundo actual” puede llevarnos a olvidar todas o casi todas las materias humanísticas ya que, al parecer, el mundo va por el camino de las nuevas tecnologías así que ¿para qué estudiar arte, cultura clásica, historia o música? Sería mejor para el mundo que todos nos dedicáramos a la informática o a las ingenierías.

Particularmente creo que será un día triste para la humanidad aquel en que no seamos capaces de apreciar la belleza de un cuadro, de una flor o de una sinfonía pero, aparte de la satisfacción íntima, como esas cosas no tienen “aplicación práctica” tal vez en un futuro no lejano debiéramos prescindir de ellas ¿no les parece?
Por otra parte, he constatado personalmente que una gran parte de quienes se declaran “universalistas” para negar a sus compatriotas su derecho a estudiar la lengua que deseen, solo son capaces de comunicarse en su lengua materna. ¿Dónde queda pues todo el supuesto universalismo?

Mientras, quienes defendemos la lengua leonesa y propugnamos su estudio, insisto, voluntario, tenemos que soportar el “sambenito” de “pueblerinos”, e incluso hasta de “primitivos”, independientemente del número de idiomas que conozcamos.

Y este hecho me lleva a reflexionar, los griegos llamaban “bárbaros” a quienes no eran capaces de hablar la lengua griega, sin embargo, cuando los romanos, que mayoritariamente desconocían el griego, apropiándose de una palabra ajena, empezaron a llamar “bárbaros” a otros pueblos, no se preocuparon de si aquéllos conocían o no el griego. Es pasmoso como, a pesar del tiempo transcurrido, como decía aquella canción de los setenta, “La vida sigue igual”.

Personalmente, hablo, leo y escribo cuatro lenguas, a saber, por riguroso orden alfabético, castellano, francés, inglés y leonés. Tengo un conocimiento pasivo bastante decente de catalán, italiano y portugués y también conocimientos de alemán y neerlandés. He viajado por medio mundo y vivido en el extranjero en un ambiente internacional europeo en el que las conversaciones se desarrollaban a la vez en dos o tres idiomas. Ni soy, ni me considero excepcional y menos en la Europa actual, al contrario, creo que hacia esto es hacia donde debemos dirigirnos. Si esto es ser “pueblerina” o “primitiva”, desde luego lo soy y, es más, me siento orgullosa de serlo.

Tal y como muchos dicen, las lenguas están hechas para comunicarse pero, para quienes no lo sepan, y si solo se conoce una lengua es muy fácil conocer esta realidad, las traducciones exactas no existen por lo que es mucho más fácil la comunicación con otras personas si se conocen dos, tres o más lenguas, porque la misma cosa explicada en dos lenguas diferentes se entiende mucho mejor que en una sola.

Este es, y no otro, el motivo por el que en las reuniones internacionales la mayoría de los países, independientemente de los idiomas que conozca el negociador, eligen hablar en su propia lengua. Y, no nos engañemos, en la Unión Europea, nuestra lengua no es de las más habladas por lo que, aún pudiendo suponer un handicap para los españoles que así sea, siguiendo con el criterio de la lengua más utilizada, deberíamos comunicarnos en alemán ya que los 82 millones de habitantes que tiene Alemania superan con creces a los 38 millones de españoles existentes.

Y, aviso para navegantes, quienes se sienten satisfechos por hablar una lengua universal como el castellano y consideran, por ello, que el uso de las lenguas más locales tiene que estar limitado, además de demostrar un razonamiento poco democrático (imposición por razón de número) pueden encontrarse en breve que nuestra lengua es relegada para primar a otras más universales todavía, tal vez en ese momento, clamen por los derechos de los hispanoparlantes y se encuentren, a su vez, etiquetados de “primitivos”.

En mi opinión, lo más democrático y universalista es ser respetuoso con todas las lenguas y eso no se demuestra desde una posición de fuerza o desprecio sino utilizando bien su vocabulario, sin introducir palabras de otras lenguas (sobre todo anglicismos, tan de moda últimamente), respetando sus reglas de ortografía y pronunciación y poniendo un cuidado exquisito en hablarlas y escribirlas de la forma más correcta posible. Y eso es válido para todas, mayoritarias y minoritarias porque cada una de ellas forma parte de la cultura universal y su pérdida como la de cualquier especie animal o vegetal o cualquier monumento es una pérdida irreemplazable para la cultura mundial.



6 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi enhorabuena por el artículo.

Es lamentable comprobar como salen a la luz (publicitados por los diarios leoneses) los más rancios y acomplejados pensamientos de algunos "leoneses" que tienen como bandera el anular este importantísimo pilar de la identidad leonesa.

Afirmaciones tremendamente reaccionarias, infantiles y descalificadoras de una lengua leonesa como las que se vienen oyendo y leyendo, en cualquier otro lugar harían SONROJAR a los conservadores más radicales. En León no solo se les facilita su publicidad sino que se les cubre de apariencia prograsista y universalista.

¿Por qué en Valencia, Cataluña, Pais Vasco, Galicia, Valle de Arán, incluso Asturias casi nadie cuestiona el tesoro cultural que significa su propia lengua ... al contrario de lo que sucede en León?

Seguramente la no existencia de la Autonomía del Pais Leonés propicia esta situación de falta de madurez que en otros lugares se superó hace ya 30 años.

Me temo que en León continuaremos en el medievo mientras no tengamos la capacidad de gobernarnos a nosotros mismos tal y como hacen el resto de pueblos de españa.

Xana dijo...

Tienes toda la razón, mi anónimo amigo. Ni los conservadores más retrógrados se atreverían a hacer determinados comentarios sobre la lengua en otra parte que no fuera León.

Nadie puede imaginar la sensación de "deja-vu" que tenemos los que pasamos nuestra infancia en otras tierras cuando oímos los mismos argumentos que se utilizaban en los años 60 y 70 del siglo pasado para negar al vascuence, gallego y catalán su categoría de lenguas.

¿Habrá alguien que se atreva a hacerlo ahora cuando, hasta Fraga Iribarne (ahora Manuel Fraga o D. Manuel) habla en gallego o Aznar habla catalán en la intimidad?

Llibre dijo...

Gran articulu y toy d'acuerdu dafeichu. you tamién puedu falare castiellanu, llïonés, francés, inglés ya italianu, estudié una carrera superior y viaxé (y viaxaré) pur tol mundu. ¿you tamién sou un "paleto"? ¿o quiciás tengu un espiritu mueitu más universal? Prestaríame atoupame cun toda esa xente que se diz tan "universal" y que, posiblemente, nun saliera nunca del sou pueblu.

Gracias fondeiras pulas tuas arrancadeiras y pur falare nel nome de los llïoneses.

llenguaddicta dijo...

Et felicito per l'article. Tot i que el monolingüisme és la situació menys habitual en el món en el qual vivim, i que està demostrat que el més natural és el plurilingüisme (actiu o passiu) perquè és el que permet una bona intercomprensió dels parlants, encara hi ha qui pensa (de vegades en veu alta) que hi ha dos tipus de plurilingüisme, a saber: el plurilingüisme "útil" i "l'inútil". El primer és el plurilingüisme que compta amb llengües dites majoritàries o "universals" (és a dir, les dels països colonitzadors, imperialistes i dominants); el segon plurilingüisme és el que conté llengües petites, minoritzades, de poc abast geogràfic i demogràfic.

Faré aquí la meva biografia lingüística, com has fet tu, i potser més gent s'hi afegirà, i acabarem demostrant que qui defensa aquesta segregació de plurilingüismes són, precissament, monolingües cap-quadrats, que perquè han estudiat anglès a l'escola es consideren poliglots.

Parlo, entenc, escric i llegeixo correctament 4 llengües (també per ordre alfabètic): anglès, castellà, català i francès. Tinc un bon coneixement passiu d'italià, portuguès, galego i llionés (que augmenta a mesura que llegeixo el llagu de la Xana), i nocions de grec i llatí. Em defenso força bé en llengua de signes catalana (la llengua de la comunitat sorda de Catalunya). He començat a endinsar-me en el rus, i la meva propera fita és l'euskera. Si m'he de considerar "pueblerina" o "primitiva" per tot això, doncs bé, sóc primitiva i de poble. I per molts anys!!

Anónimo dijo...

Sólo puedo decir desde mi más absoluto desconocimiento de cualquier idioma que no sea el español o castellano,que me has llegado al alma criatura.
Soy de pueblo,soy leonés,y sólo aspiro en esta vida a que cuando me llegue la hora de estirar la pata,lo haga siendo como cuando nací hace la tira de años,perteneciendo a la Región Leonesa o Autonomía Leonesa.


Un abrazo.

Xana dijo...

Gracias asgaya a tos vosoutros pur lleeme y deixare los vuesos comentarios y tamién a los que nun los deixan peru visitan "El llagu la Xana".

Gracias a tolos catalanes, vascos, gallegos, franceses, xermanos, suecos, etc., que facen l'esfuerzu de pescanciare'l llïonés mientas dalgunos ¿llïoneses? niegan ata la sua esistencia.

Gracias tamién pur difundire esti artículu purque los periódicos llïoneses nun l'alcuentran d'interés. Solu aqueillos que falan escontra la nuesa llingua tien el privilexiu de salire.

Y pa "fenariego" gracias fondeiras pul tou comentariu. Tamién la Xana espera morrere siendu lu que siempres fue LLÏONESA ensin d'otros apelativos.

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