C’s “marxistas, tendencia Groucho”

Esta mañana se han constituido las Cortes de “Castilla Y León” presididas por un diputado elegido bajo las siglas de Ciutadans (qué quieren ustedes, ni puedo, ni quiero olvidar cuáles fueron los orígenes de este partido), con un acuerdo de gobierno entre PP y C’s. Vamos lo que viene siendo un “pacto de perdedores” en toda regla (según ellos mismos nos convencieron en el pasado).

No es que dicho “apaño” pueda pillarnos desprevenidos ya que, desde antes de que se celebraran las elecciones, C’s ya nos dejó claro (por lo menos a los que nos quisimos enterar) de a dónde nos iban a llevar sus promesas de “renovación” (no olviden el fichaje de Silvia Clemente y el pucherazo de las primarias), pero deberíamos reconocer que dichos acuerdos, no por esperados, pueden dejar de sorprendernos.

Pero lo que, desde luego, es rizar el rizo del despropósito, el ridículo y la traición más flagrante a sus propias raíces, es el discurso del presidente de las Cortes del engendro (y, no lo olvidemos, aunque lo comentaré más adelante, de la Fundación Villalar).

Luis Fuentes Rodríguez, nacido en Salamanca en 1960, antiguo militante de UPS (Unión del Pueblo Salmantino) partido entre cuyas reivindicaciones estaba la diferenciación entre las regiones de León y Castilla, con las provincias de León, Zamora y Salamanca como integrantes del viejo Reino de León, por lo que, dada tanto su edad como su procedencia política, no puede aducir desconocimiento para justificar sus incalificables manifestaciones en su discurso inaugural.

Es vergonzoso, ofensivo, manipulador y, sobre todo, es mentira que presida “la institución de representación popular más antigua del mundo con 900 años” y, mucho menos, que sea “la institución que da voz a todos los castellanoleoneses desde hace más de 900 años”.

Para empezar, las Primeras Cortes Parlamentarias del mundo se reunieron en 1188, es decir, hace 831 años (no más de 900) en la ciudad de León, en el Reino de León, convocadas por >Alfonso VIII de León cuando Castilla era un reino diferente, con un rey diferente y a nadie, por indocumentado o ignorante que fuese, se le hubiera ocurrido NUNCA llamarlas “castellanoleonesas”.

En 1188, acudieron al llamamiento del Rey de León representantes elegidos por las ciudades de León, Zamora, Salamanca, Toro, Astorga, Oviedo, Ciudad Rodrigo, Benavente, Ledesma... NINGUNA ciudad castellana, SÓLO REPRESENTANTES DE LAS CIUDADES LEONESAS puesto que éramos y somos LEONESES.

Pero en esta auto-NO-mía en la que se manipula más que en ninguna otra comunidad, incluídas las nacionalistas, en la que se falsea la historia y hasta los ordinales y las intitulaciones de los reyes medievales, en la que, en fin, se financia con dinero público, de los impuestos de todos los leoneses y todos los castellano, una fundación privada que, según indica en su propia página web “tiene como fin general fundacional el de acrecentar el sentimiento de pertenencia de los castellanos y leoneses a una Comunidad Autónoma con identidad propia en el marco de su Estatuto de Autonomía, el de extender por todo el territorio de la misma este sentimiento y el de fomentar, promover y realizar todo tipo de actividades encaminadas a que la localidad de Villalar de los Comuneros aparezca como depositaria de los símbolos históricos y de las tradiciones de la Comunidad de Castilla y León.”, los “bien mandados” como el nuevo presidente de unas cortes cuyos antecedentes se remontan a la “escalofriante cifra” de ¡¡¡36 años!!! siguen tratando de que olvidemos que NUNCA estuvimos “revueltos” como ahora pretenden y, además, siguen insistiendo en apropiarse de unas Cortes que sólo fueron LEONESAS.

El Reino de León es la Cuna del Parlamentarismo, Castilla NO TIENE NADA QUE VER con aquella convocatoria y, por mucho que un “desertor leonés” diga, las Cortes del Engendro no llevan 900 años representándonos porque ni siquiera lo hacen ahora cuando lo único que pretenden es que una parte de Castilla la Vieja (ni siquiera toda Castilla) se adorne, como tiene por costumbre, con plumas ajenas.

Creo que el título de esta nota está suficientemente claro, sin embargo por si a alguien se le escapa, se refiere a la famosa frase atribuida a Groucho Marx “Estos son mis principios; si no le gustan, tengo otros”. Pasar de Unión del Pueblo Salmantino a Ciutadans y de defender la diferenciación entre León y Castilla a falsificar y manipular la historia tratando de reescribir (mintiendo) lo que sucedió en LEÓN en 1188, es una buena demostración de que, por lo menos, Luis Fuente ni tenía, ni tiene, unos principios muy arraigados.