lunes, marzo 26, 2012

EL MATRIMONIO DE VISITA: INCIDENCIA EN LOS ESTUDIOS GENEALÓGICOS DE UNA INSTITUCIÓN DEL DERECHO CONSUETUDINARIO LEONÉS

Después del primer artículo “Introducción a la Genealogía” (publicado en el anterior número de la revista) en el que facilitaba unas primeras nociones sobre los mínimos conocimientos y recursos que un genealogista aficionado debe conocer antes de iniciar la búsqueda de sus antepasados, no podemos olvidar los conocimientos de otras disciplinas que pueden incidir en nuestras búsquedas y cuyo desconocimiento pudiera, incluso, abocarnos al fracaso.

Me estoy refiriendo en concreto a una institución del derecho consuetudinario leonés que ha pervivido hasta casi nuestros días en las zonas rurales de todo el País Leonés (Región Leonesa), institución conocida como “Matrimonio de visita” y que si bien no es exclusivamente leonesa, ya que la misma se practicó y practica por lo que se deduce del artículo que aparece en el siguiente enlace, incluso en China (http://chinaviva.com/Pumi/pumimatrimonio.htm), lógicamente con peculiaridades propias y en nuestras latitudes se trata, con seguridad, de una institución que proviene de la época prerromana.

Elias López Morán, en su obra “Derecho Consuetudinario Leonés, publicado por la Excma. Diputación de León en su colección “Breviarios de la Calle del Pez” se refiere a esta institución, si bien la circunscribe a la montaña leonesa, sin embargo, por conocimiento directo de quien esto escribe y por el testimonio de diversas personas que también la conocieron directamente, podemos afirmar que el matrimonio de visita se siguió practicando hasta bien entrados los años setenta del pasado siglo, además de en la Montaña Leonesa, en pueblos de la contorna de Coyanza, La Bañeza y el Páramo en la provincia de León, en la comarca de Sayago, en la provincia de Zamora hasta, por lo menos, los años cincuenta/sesenta y en la salmantina Tierra de Peñaranda hasta los años cuarenta/cincuenta. Tan tardía existencia de dicha institución incidirá, indudablemente, en nuestras investigaciones, puesto que las mismas, por definición, se desarrollarán a partir de mediados del siglo XX, fecha en la que todavía se encontraba en vigor.

Por otra parte, el hecho de que dicha ancestral institución haya pervivido en comarcas tan distantes entre sí y pertenecientes a diferentes diócesis, hasta hace menos de 50 años, nos hace suponer que, en épocas más remotas, su existencia se extendió por todas las diócesis y comarcas leonesas.

No podemos perder de vista el hecho de que los registros más importantes para nosotros, desde el punto de vista genealógico, son los eclesiásticos (puesto que como ya comenté en el anterior artículo, el Registro Civil sólo se inicia en España en 1871) por lo que para nuestras investigaciones es mucho más importante conocer a qué diócesis pertenecen los pueblos en los que estamos interesados que la provincia o comunidad autónoma en la que están encuadrados puesto que dicho dato es actual, mientras que, por definición, cualquier investigación genealógica empieza, y no digamos acaba, mucho antes de los citados 50 años.

En cualquier caso, antes de seguir adelante tenemos que aclarar que es muy posible que en una u otra época dicha institución u otra similar, aunque quizás con diferente nombre, existiera también en territorios vecinos, encuadrados en aquel momento dentro de la Corona Leonesa, sobre todo si dichos territorios pertenecen, o pertenecieron en algún momento, a cualquiera de las cinco diócesis leonesas (Astorga, Ciudad Rodrigo, León, Salamanca y Zamora).

Pero si bien no es éste el momento para hacer un estudio pormenorizado de las peculiaridades del matrimonio de visita en las diferentes comarcas leonesas, es imprescindible explicar en qué consistía dicha institución.

Con el término “Matrimonio de visita” nos referimos, en esencia, a la costumbre presente en las diversas comarcas de las provincias leonesas de León, Zamora y Salamanca, según la cual durante un tiempo (variable según las diferentes comarcas, pero durante como mínimo un año) después de la celebración del matrimonio, cada uno de los contrayentes sigue viviendo y trabajando en la casa de sus padres, quienes les alimentan y entregan una cantidad, en ocasiones previamente concertada, en otras referida al producto de una o varias fincas que los padres siguen explotando pero cuya propiedad otorgaron a sus hijos al casarse. Sólo durante la noche se reúne el matrimonio, acudiendo el marido a casa de sus suegros para dormir con su mujer.

La incidencia de esta institución en los estudios genealógicos es nula si los abuelos maternos residen en el mismo pueblo o son feligreses de la misma parroquia en la que luego establecerán su residencia los nuevos esposos, puesto que en ese caso todos los hijos nacidos del matrimonio aparecerán inscritos en el mismo registro de la residencia paterna, pero si los abuelos maternos residen en un pueblo diferente del de futura residencia del nuevo matrimonio podemos encontrarnos con dificultades añadidas.

En este sentido es preciso tener en cuenta que, en general, la primera vez que tomamos contacto con nuestros antepasados es cuando encontramos sus nombres como abuelos, en la partida de nacimiento de alguno de sus nietos. En dichas partidas aparece, por regla general, el nombre y primer apellido de cada uno de los cuatro abuelos así como su naturaleza (pueblo de procedencia) y la parroquia de la que son feligreses. Debemos anotar el dato pero siempre sujeto a posterior revisión ya que todos los párrocos no eran igualmente cuidadosos en la transcripción correcta de dichos datos. Si en posteriores partidas de hermanos del interesado encontramos un dato diferente deberemos tomar nota de todas las variaciones hasta el momento en que podamos establecer cual de ellas es la correcta.

Para mejor ilustrar cuanto antecede os dejo un ejemplo extraído de mi propio árbol genealógico:

Matrimonio de Manuel, natural de Villabraz y Salvadora, natural de Fáfilas (ambos pueblos pertenecientes al mismo ayuntamiento pero cada uno de ellos con su respectiva parroquia y libros parroquiales) que tuvo lugar a finales del siglo XIX en un pequeño pueblo de la diócesis de León.

El matrimonio, estableció su residencia en Villabraz, tras el período de duración del Matrimonio de Visita, en algún momento entre el nacimiento de su primera hija, Fructuosa, nacida en casa de sus abuelos maternos y bautizada en Fáfilas, y su segundo hijo, Antonio Felipe, nacido ya en casa de sus padres y bautizado en Villabraz, pueblo en el que a partir de dicho momento, vivió, se casó y falleció Fructuosa.

Puesto que casi toda la vida matrimonial de Manuel y Salvadora se desarrolló en Villabraz, lo lógico es que busquemos a sus descendientes en dicho pueblo lo que nos llevará a encontrar las partidas de todos sus hijos excepto de la mayor.

Si por tradición oral, tenemos conocimiento de la existencia de dicha hija, podremos buscarla sin problemas en otras localizaciones, siendo la posibilidad más natural la del pueblo de sus abuelos maternos pero si nos remontamos a una época de la que no tenemos memoria familiar, podemos fácilmente “perder” a uno o varios de los hermanos al no aparecer registrados en el mismo libro parroquial que sus hermanos.

Dicho todo lo anterior no podemos olvidar que éste no es el único escollo que tendremos que sortear en nuestras investigaciones puesto que volviendo al ejemplo anterior, a pesar, de haber nacido en Fáfilas, en las partidas de nacimiento de varios de los nietos de Fructuosa y en las de sus hijos, ésta aparece no solo como feligresa sino también como natural de Villabraz, en cuyos libros aparecen bautizados sus cinco hermanos, pero en los que sin embargo es imposible encontrar su partida de nacimiento.

El problema añadido surge cuando en algunas partidas de los nietos de Salvadora (hijos de Fructuosa y sus hermanos) aparece ésta también como natural y feligresa de Villabraz, mientras que en otras aparece, según la realidad, como natural de Fáfilas y vecina de Villabraz.

Tras anotar los dos datos, comprobaremos las partidas de nacimiento de los dos posibles lugares de procedencia, aclarando así el asunto.

Sin embargo, si tenemos conocimiento de la existencia del matrimonio de visita, consultaremos también los libros sacramentales del pueblo de la madre en fechas ligeramente anteriores a las del primer hijo encontrado, con lo que sin dificultad hallaremos las partidas de bautismo anteriores de haber tenido hijos durante el período en que el matrimonio de visita estuvo en vigor.

El conocimiento pues de esta institución (que solo decaía en los casos de matrimonio de un viudo con hijos ya que la segunda esposa se trasladaba inmediatamente al domicilio de su marido para cuidar de sus hijastros) aunque no se tenga la certeza absoluta de su existencia en la época o en la comarca de que se trata, puede allanarnos, considerablemente, el camino en nuestras investigaciones, aunque no sea, ni mucho menos, la respuesta a todas nuestras dudas.

Alicia Valmaseda Merino
Moderadora del Grupo de Genealogía “Reino de Léon”
Socio de número de AragonGen (Asociación Cultural de
Genealogía e Historia de Aragón)
Socio de número de Hispagen (Asociación de Genealogía Hispana)
Miembro de Aragón, Historia, Genealogía y Cultura; GenRioja y Reunions CAB


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 • Derecho Consuetudinario Leonés de Elías López Morán – Breviarios de la Calle del Pez – Excma. Diputación Provincial de León – I.S.B.N. 84-00-05786-4
• Libros Sacramentales de Bautismo, Matrimonio y Defunción de diversos pueblos de la diócesis de León – Archivo Diocesano de León.

Repetimos los enlaces facilitados en el anterior artículo “Introducción a la Genealogía” por si algún interesado no cuenta con el mismo:

• Diccionario de la Real Academia Española (www.rae.es)
• Cómo solicitar partidas de nacimiento españolas. Ministerio de Asuntos Exteriores (http://www.maec.es/subwebs/Consulados/Montevideo/es/MenuPpal/ServiciosConsularesMontevideo/Documents/Como%20solicitar%20partidas%20de)
• Guía de los Archivos de la Iglesia de España (http://www.mcu.es/archivos/docs/ArchivosIglesia.pdf)
• Feligreses de 800 parroquias de A Coruña pueden buscar sus orígenes
El Arzobispado de Santiago abre sus archivos, que se remontan a 1550 (http://www.lavozdegalicia.es/sociedad/2011/04/21/0003_201104G21P27991.htm)
• "Primeros pasos en genealogía", excelente guía elaborada por Fernando Castilla (http://www.genealogia-es.com/guia.html )
• Anillo de Genealogía Hispana, excelente recopilación de Dora Dixon (http://www.elanillo.com/primerospasos.shtml)

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